Capitulo 1-M

Era raro saber que en cualquier momento podía recaer , podía volver hacerlo , volver a la misma rutina , volver a decepcionar a toda la gente que me quería , era raro , pero lo necesitaba.

Es como una droga , empiezo y no paro , pero igualmente nadie me puede parar.

Empece a buscar , no encontraba la cuchilla , ya me la habían escondido , una de tantas veces.

Lo necesitaba , ahora , en este mismo instante . Me derrumbe , no tenia otra que hacer , pero las ideas volvían a llegar , que si me tiro , que si me doy cabezazos , que si cojo el cuchillo..

Ahí esta la solución , la cocina - grité .

Corrí como no había corrido en mi vida , abrí el cajón de los cubiertos y no encontré los cuchillos que buscaba , pero si encontre un cuchillo de untar mantequilla , me servia , tenia una punta afilada … . Me dirigí al baño , donde esas paredes habían vivido de todo conmigo , esta era la vez numero 12 , las iba contando , como si fueran los días del calendario de adviento , deseando que llegase la siguiente. Antes de hacerlo siempre rondaban alguna que otra pregunta de que por que ¿? pero la explicación era sencilla … si me muero , nadie se dará cuenta , mejor estar allí que aquí. Empece por una pequeña , en la muñeca izquierda y seguí hasta el hombro , me sentía genial , pero a la vez decepcionada , esto siempre me pasa , termino y me decepciono , pero a estas altura ,no le doy importancia , al principio me comía mas el coco , pero ahora mis preocupaciones eran inferiores , limpie el suelo del baño , hasta lo fregué con lejía , por ahora esta es la parte mas fácil , me tocaba buscar las pulseras , para que por lo menos en la muñeca no se me notase , no las encontré , una vez mas me decepcione , pero sabia donde las guardaban , era un cajón pequeño escondido en el armario de mi abuela , aquella persona que no me abandonaría jamas en la vida , pero las circunstancias eran raras , y pocas veces se alojaba en casa . Cogí las pulseras y me las puse con delicadeza , esta era la parte mas dolorosa , ni siquiera había empezado a cicatrizar . Abrí el armario y me puse ese jersey de lana que tanto me gustaba . Me tumbe en la cama con el ordenador ,y una vez mas de tantos días , me sonó el pitido de la bandeja de mensajes , lo abrí , suponía quien era ...